Como cualquier otra danza, uno puede aprender a bailar el tango. Pero, una vez que se manejan los movimientos básicos, también hay que aprender a sentir el tango. Que no es lo mismo. El tango requiere una conexión entre la pareja, se trata de dos cuerpos entrelazados, en diálogo. Pero ¿cómo se baila el tango? Existen dos formas de hacerlo: caminando o con figuras.
El tango caminado
El tango caminado es el más bailado en las milongas. En esta variante, el abrazo es siempre cerrado: la pareja baila con la parte superior del cuerpo pegada. Consiste en ir desplazándose alrededor de la pista en sentido anti horario, caminado al compás de la música, e intercalando en la caminata ochos, adornos y algunas figuras sencillas. Este tipo de tango es cerrado: se baila hacia adentro, aislándose del exterior. Se centra en la música y en la pareja.
El tango caminado tiene mucho de improvisación, que se va dando con el sentir de la música. La mujer sigue permanentemente la marca del hombre, lo que no es fácil teniendo en cuenta, justamente, que él está improvisando sus pasos. Por eso es tan importante bailar muy pegados y aprender a marcar, en especial con el torso. También es posible usar las manos, los brazos e incluso las piernas.
El tango con figuras
El tango con figuras es el que se baila en las salas de baile de salón. Es el que solemos ver en los espectáculos de tango. Se estructura, como otros bailes, en paso base y figuras: se hace el paso base constantemente y se van intercalando las figuras que la pareja sepa realizar. El abrazo es abierto, ya que para realizar las figuras es necesario separarse de la pareja. La marca se suele hacer con las manos y los brazos. El tango con figuras se baila hacia afuera: los bailarines están más pendientes del exterior que de la música. Es un tango menos sentido que el caminado, pero más vistoso y espectacular.